jueves, 15 de septiembre de 2011

To Scrum or not to Scrum

En el mundo del desarrollo de software ha ocurrido una pequeña revolución en los últimos años. La gente se ha dado cuenta que la calidad del software no depende principalmente de pesados procesos y herramientas, sino de la gente que lo hace, de cómo se comunica, de lo que sabe y qué es lo que la motiva. El pensamiento ha llevado a cambiar las bases del desarrollo de software por principios y conceptos que otorgan "agilidad".

Ese descubrimiento (nada nuevo, dirán algunos) ha creado una nueva industria de gente que ayuda a equipos de desarrolladores de softwre a modificar la forma en que trabajan para ser más ágiles. Han aparecido expertos, coaches, miles de libros, programas, conferencias y cursos.

Uno de esos "productos" que ha nacido se llama "Scrum", es un sistema, un marco (framework) para desarrollar software. Consiste en una serie de métodos, consejos, definiciones que permiten a un equipo trabajar de manera ágil.

Me parece bien, muy bien. Es bueno que existan esta clase de sistemas, claramente definidos.

Pero al mismo tiempo es un peligro. El peligro está que que esos sistemas se usen ciegamente, como quien sigue un proceso, sin pensar, sin siquera cuestionarse que algo podría hacerse de mejor manera.

Yo prefiero seguir principios que seguir una definición tan detallada como Scrum. Eso me deja pensar si lo que hago sigue los principios, y si no lo hace, pues debo corregir la dirección. Prefiero eso que pensar si estoy haciendo Scrum como dice en el libro, sin pensar que las ideas del libro puedan alejarme de una mejor manera de trabajar.

Scrum es mejor que Waterfall, Scrum es mejor que ningún proceso definido. Pero en mi experiencie, tener como meta ser cada día mejor y seguir los principios de la agilidad entrega más libertad y mejores resultados.

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