- Agilidad sin autonomía - Jefe: "¡Sean ágiles, pero el que decide soy yo!"
- Agilidad sin información - Jefe: "¡Sean ágiles, pero no les digo lo que deben hacer!"
- Agilidad sin disciplina - Equipo: "¡Seamos ágiles, así no tenemos que preocuparnos de documentación ni procesos!"
- Agilidad sin aprendizaje - Equipo: "¡Seamos ágiles, pero no perdamos el tiempo conversando de lo aprendido ayer!"
El desarrollo de software ágil requiere de algunos ingredientes para funcionar. Requiere reglas, autonomía, confianza, información y disciplina. Exige también vivir religiosamente ciertos rituales que ayudan a un equipo a comunicarse de manera efectiva, a detectar problemas y sacarlos del camino, a crecer como equipo, a desarrollar en conjunto nuevas estrategias que permiten mejorar los resultados.
Quienes creen que se puede "transformar un equipo" a metodologías ágiles en 10 días, sin consultar a los afectados y sin hablar de profundos témas valóricos y éticos, no han comprendido la profundidad del tema.
Pretendo seguir publicando más de estos fenómenos a futuro, espero que ayuden a alguien a evitar los errores que yo he tenido la suerte de cometer.