La gran diferencia de un software de hace 30 años con uno de ahora es que hoy en día los usuarios no son todos computines: usan el computador como herramienta de trabajo, el computador no es el fin, sino que el camino. El software de hoy en día se mide con una vara más alta:
- Tiene una interfaz gráfica que no sólo es intuitiva y sencilla de usar, sino que además es atractiva a la vista.
- Es sencilla de instalar, no es necesario haber estudiado informática para hacer que funcione en un computador.
- Es (medianamente) independiente del hardware. Funciona en cualquier PC o MAC.
- Está altamente integrada con otras aplicaciones o sistemas.
- Es sencilla de actualizar.
Antes todo eso no existía. Hoy los diseñadores y programadores deben asegurarse que sus aplicaciones satisfagan todos estos requerimientos, aparte de implementar todas las funciones que el usuario necesita.
Esto explica dónde se ha "perdido" el aumento de eficiencia: el software de hoy en día es mejor y todos esperan que lo sea.